Hoy me he despertado con ganas de escribir este post.
Eso sí... antes de hacerlo me he preparado un café y he disfrutado con mi mejor ratito de todas las semanas... volviéndome a la cama para leer con la luz del sol (hablo de las 8:00 aproximadamente) y dar sorbitos, de vez en cuando al café, sumido en la lectura. Es algo que hago desde que me convertí en lector, combinando comics con mis primeras novelas... hasta nuestros días.
Para que os hagáis una idea sobre cuán heterogénea es mi pasión por la lectura os diré que esta mañana he rematado mi lectura (no literaria sino histórica) del insigne senador colombiano y Doctor en Filosofía y Economía Pablo Victoria, El tercer conquistador. Gonzalo Jiménez de Quesada y la conquista del Nuevo Reyno de Granada (a cuya presentación a cargo de la Editorial Actas asistí). Tras cerrar el libro con cara de satisfacción, di un sorbo al café y cambié (drásticamente de registro y de género) para rescatar un cómic de Batman... Batman Año uno, de Frank Miller. (Si os gusta el cómic podéis visitar Batman y/o Batman begins en el fancine).
Para que os hagáis una idea sobre cuán heterogénea es mi pasión por la lectura os diré que esta mañana he rematado mi lectura (no literaria sino histórica) del insigne senador colombiano y Doctor en Filosofía y Economía Pablo Victoria, El tercer conquistador. Gonzalo Jiménez de Quesada y la conquista del Nuevo Reyno de Granada (a cuya presentación a cargo de la Editorial Actas asistí). Tras cerrar el libro con cara de satisfacción, di un sorbo al café y cambié (drásticamente de registro y de género) para rescatar un cómic de Batman... Batman Año uno, de Frank Miller. (Si os gusta el cómic podéis visitar Batman y/o Batman begins en el fancine).
Cuando eres lector... eres lector.
Bien... hechas las presentaciones, retomo la idea de la primera línea del post. Quería escribir un post en el que aglutinara las lecturas básicas que entiendo de utilidad para todo el que me lea. Unas ya las he comentado de un modo individual en el blog, otras serán comentadas. Las más son "básicos de la literatura" e incluyo un descubrimiento reciente que me ha dado la vuelta al concepto de su género, pero volveré sobre ella al final.
Moby Dick...
Hoy no empezaré por Tolkien... para sorpresa de mis lectores habituales. Empiezo por Herman Melville y la mejor novela en lengua inglesa escrita en los Estados Unidos: Moby Dick. Tanto me gusta que acabo de hacerme con la edición de Fernando Velasco Garrido, en la Editorial Akal.
Frankenstein
De Mary Shelley es uno de mis retiros habituales. Junto con Dracula, de Bram Stoker. Es un paseo por la novela gótica... pero más aún un paseo por la psique humana. Si Moby Dick es la mejor descripción y el mejor análisis de la humanidad, Frankenstein nos enfrenta a Dios y hace que afloren nuestras vergüenzas, como especie.
Cervantes y Shakespeare*... Imprescindibles. Del primero os recomiendo, claro está, Don Quijote de la Mancha. Del segundo os recomiendo Julio César, quizás mi tragedia favorita del escritor inglés. Como no la tengo comentada en el blog, os dirijo hacia la Biografía de Julio César, personaje en el que se inspira el dramaturgo. A la sazón, uno de mis personajes históricos preferidos. Seguida de cerca por el drama Enrique V. Y no... no voy a cambiar de párrafo hasta incluir al tercer clásico que entiendo imprescindible junto con los dos colosos de la literatura, según el orden expuesto al principio del párrafo, el tercero en liza sería Dante, con la Divina Comedia.
Puestos a tirar de autores fundacionales, en cuanto a la literatura universal, si Shakespeare fue un escritor de teatro universal (valga la redundancia), y Cervantes el creador de la novela moderna, de la novela, tal cual la conocemos, los cimientos de la literatura los puso Homero, cuyas Iliada y Odisea sientan las bases de toda la narrativa conocida en Occidente.
Veréis también A través del espejo, de Lewis Carroll.
Toca mencionar a Tolkien... Y El Señor de los Anillos.
Aunque para niño... o para niños, o para padres que quieran lecturas para sus hijos, El libro de las tierras vírgenes, que incluye El libro de la selva.
El capitán Alatriste es una joya.
Aunque parezca mentira, Alatriste entronca a las mil maravillas con Cyrano de Bergerac...
El conde de Montecristo
¿Qué deciros sobre esta novela? ¿Eres vengativo? ¿Estás fraguando alguna venganza? Esta es tu obra. La venganza superlativa. Lectura obligatoria. Es otra de mis maravillas. De mis recomendaciones encarecidas. Devorarás la novela como si fuera un relato breve porque no verás el momento de cerrar el libro para irte a dormir.
El nombre de la Rosa
Cuando presenté los resultados de mi investigación sobre la intervención italiana en la guerra civil española tuve sentado a mi lado, en Mantua, o mejor dicho, yo estuve sentado al lado de Umberto Eco. Otro héroe de mi juventud. Un arcano literario capaz de conjugar el lenguaje para jugar con sus lectores. Esta lectura os hará viajar en el tiempo al más puro estilo Regreso al futuro. Os lo prometo.
Zeno... La conciencia de Zeno
Otra joya de la literatura. Puedes partirte de risa leyéndola o sufrir en las carnes de sus protagonistas. Bueno, no de sus protagonistas, más bien de todos aquellos que padecen al protagonista. En su comentario lo definía como una mezcla entre Zapatero y Mr. Bean. Y me refería al Zapatero del PSOE, no al Zapatero de ISDI o Google. Es la mezcla entre la mediocridad sin disimulo y la mezquindad arrogante. Pero con humor y toques de psicoanálisis por doquier.
Dejo para el final dos descubrimientos de última hora.
Watchmen y Batman Año uno
El primero es un cómic (o yo lo califico como tal), aunque la crítica y el acerbo cultural lo cataloga como la mejor novela gráfica de la historia. Yo había visto la peli Watchmen hace un tiempo, pero acabo de descubrir la novela (también de Frank Miller, como el Batman que me estoy leyendo ahora). El segundo es una novela negra. Género por el que no me prodigo demasiado pero que me ha cautivado recientemente al descubrir las novelas de Juan Solo.
La mano del verdugo
Si he incluido La mano del verdugo en estas lecturas imprescindibles de mi vida es porque Juan Solo reinventa el género apostando por una manera completamente diferente de escribir novela negra. Aunque no seas de crímenes y asesinatos disfrutarás leyendo esta novela (y Una muerte improvisada), te lo garantizo.