No me queda otra que quitarme el sombrero y saludar a una iniciativa como Almahispania...
En serio, España necesitaba una iniciativa como Almahispania.
Una iniciativa privada de españoles, por españoles y para españoles que no usan su sentimiento español para echarse en cara la Historia. Almahispania no es nada de eso. Entiendo que se tratará de un grupo de personas españolas que aman españa e incluso comparten ese sentimiento desde diferentes sensibilidades.
Porque la Historia de España es muy rica y hacen falta muchas iniciativas como esta para rescatarla y para que nos ayude a darnos la mano y superar los enfrentamientos que nos brindan los políticos. Éstos últimos bastante tienen con asegurarse su pan y para ello no dudan en enfrentarnos. Pero los españoles, los españolitos de a pie, de una u otra tendencia ideológica compartimos algo en común: nuestra Historia.
Y una Historia bimilenaria como la española tiene episodios para todos los gustos. Eso su Historia, que si nos remontamos a la prehistoria de España, o de la Península Ibérica nos encontramos con la Cueva de Altamira, por no mencionar la Sierra de Atapuerca...
Esto nos demuestra que España, en calidad de tal y antes de ello, ha sido un punto crucial en la evolución de la historia y la prehistoria universal.
En Altamira tenemos la Capilla Sixtina del arte del paleolítico: cuando el ser humano empezó a tomar conciencia de su propia condición. Tenemos también Atapuerca, que demuestra la posición geoestratégica española.
Fuimos la joya de la corona para Roma y el retiro anhelado de sus generales en Mérida. Aunque les costó lo suyo a los romanos, porque España nunca se ha vendido barata. Sudaron sangre, sudor y lágrimas para derrotar a celtas, íberos y celtíberos.
Bien merecido su descanso en tan rica y fecunda tierra.
No todo fue bueno en nuestra historia. Los godos aportaron mucho, cierto es, en cuanto a leyes y vertebración de la protoEspaña manteniendo la Hispania romana, pero ellos abrieron las puertas al islam, por sus disputas internas, y a sus sucesores les tocó pagar el precio durante siglos.
800 años luchando por mantener tu identidad nacional (ahora sí cohesionándose a golpe de mandoble, a partir de la Hispania original) y religiosa. Empujados contra el Cantábrico, lamiéndose las heridas, recomponiéndose y, antes de iniciando una reconquista secular, planteándose: ¿merece la pena el dolor y el sufrimiento por el que vamos a pasar?
Pues parece que sí merecía la pena.
Tanto como para no parar de luchar.
Muchos de esos musulmanes, con el paso del tiempo (y pasó mucho tiempo), también fueron "españoles". Querían imponer su credo y su modus vivendi a los cristianos, pero no dejaron de ser españoles.
La evolución sociopolítica de España, por entonces, vivió dos realidades contrapuestas que evolucionaron en sentidos inversos: Los cristianos (godos) enfrentados y debilitados sucumbieron ante un Islam firme y decidido. Y mientras éste se mantuvo en sus trece los cristianos, que cambiaron sus reinos y sus nombres, hasta sus lenguas, siguieron enfrentados entre si.
Al cabo de los siglos esa evolución histórica se invirtió y serían los musulmanes quienes disputaran entre ellos y sufrieran oleadas fundamentalistas que perturbaron a los habitantes de Al Andalus. Perturbaron y molestaron hasta el punto de ser más factibles pactos con los cristianos que con las oleadas africanas. Entonces fueron los cristianos quienes limaron sus asperezas, acercaron sus posturas y se unieron frente a un rival dividido
Hasta la llegada de los Reyes Católicos que unieron España y reinstauran la cruz.
Llegaron tan firmes y con tantas fuerzas que, unificada España, saltaron el charco y dieron por terminada la Edad Media para inaugurar la Edad Moderna incorporando el Nuevo Mundo a los territorios españoles.
Cristóbal Colón descubrió América para España y sus Reyes Católicos y durante 400 años España civilizó a medio mundo. Fundamentalmente, y a diferencia del resto de las naciones europeas, no constituyendo colonias sino provincias de Ultramar, desde Cuba hasta Filipinas.
Entre medias, y gracias a ellos, entre otras cosas, España brilló e iluminó al mundo entero.
Es verdad que en el Imperio español no se ponía el Sol. Pero algo habría que sobreviviría a la gloria militar y política española: su Arte. El Siglo de Oro español sigue sorprendiendo a propios y extraños. El español y su uso literario maravilla desde Cervantes a cualquier persona que tenga un mínimo de sensibilidad en los poros de su piel.
Sin olvidar a los Tercios Españoles.
La mejor infantería que jamás haya dado la historia militar universal.
Capaces de atravesar Europa de Nápoles hasta Flandes sin dejar de pisar territorio español. Y hartos de someter Europa, cansados de proteger el Mediterráneo del imperio otomano, se embarcaron y reforzaron un Imperio que sigue vigente en el símbolo del Dólar de los Estados Unidos. Porque sí, ése símbolo, el del dólar, 💲, son las columnas de Hércules y el "Plus Ultra" del escudo de España.
Plus Ultra tras los Reyes Católicos puesto que antes de ellos y de Colón era "Non Plus Ultra" (no hay más allá) y el "non" se cayó cuando Colón plantó el pendón de Castilla en América.
Luego vino un período triste, del que casi no nos hemos recuperado todavía.
Tras siglos de Imperio incontestable, y antes de dar por finiquitado este período, nuestra flaqueza nos hizo permitir el tránsito de las fuerzas napoleónicas por España con rumbo a Portugal.
Y como era de esperar, vinieron y se quedaron los gabachos.
Hasta que los echamos a patadas. Sin la ayuda de los dirigentes, cobardes y traidores. ¿A caso os creíais que los dirigentes españoles que la traicionan son patrimonio del s.XXI? España ha tenido traidores y cobardes al frente muchas veces. Y a todos ellos hemos sobrevivido como Nación, y a éstos los sobreviviremos, si Dios quiere.
Nos hemos enfrentado y los españoles hemos derramado la sangre de otros españoles en diferentes guerras civiles.
Pero de todas ellas salimos reforzados como Nación. Comprendiendo, hasta la llegada de Zapatero, que las guerras entre hermanos, una vez terminadas, deben mantener sus heridas cerradas. Estamos en unos años convulsos en los que la falta de talento político ha hecho aflorar hienas políticas que quieren destruir España desde dentro.
Y por eso este último motivo, el de la España actual. Como testigo milenario de nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro todavía por escribirse.
Por eso celebro Almahispania.
Porque han sabido tocar la tecla que suena en harmonía. Han querido reunir en torno a España a todas las sensibilidades que han formado parte de ella. Que la han formado. De ahí, sobre todo, las dos banderas de las diferentes guerras civiles, para demostrar que Nación se construye mirando hacia delante y sacando pecho de lo bueno del pasado, que lo malo está ahí también para aprender de ello y no repetirlo.
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