Por fin una serie de televisión que me gusta.
¿Qué digo "me gusta"? Me encanta.
Cuando vi la primera temporada de Daredevil en Netflix aluciné
Tanto que supe que la comentaría, pero lo retrasé y entonces llegó la segunda temporada... el caso es que he vuelto a verla entera, la primera temporada y ahora, por fin, la comento.
Para empezar he de confesar que estamos ante mi superhéroe favorito: Daredevil.
También he comentado alguna vez que forma parte de una terna que me ha vuelto loco desde jovencito: Spider-Man, Batman y Daredevil, el "más DC de todo Marvel", para mi gusto.
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Empecé a verla con resquemor, con la peli "Daredevil" en la retina... Pensando en que tengo que ser el único que no echa pestes de ella, a pesar de ser tan mala. Creo que soy el único que celebró esa película por las muchas ganas que tenía de Daredevil. Claro que era mejorable, de principio a fin, pero sigo disfrutándola de vez en cuando, inmerso en las páginas de mis súper favorito.
Quizás el súper menos súper de Marvel, y si me apurais, incluso de DC. Un ciego que da tantas palizas como las que recibe. Un abogado asqueado de la falta de Justicia que, de día ejerce su profesión intentando proteger a los inocentes, siendo testigo de cómo triunfan los delincuentes.
El mismo ciego que por la noche aparta los textos legales y se enfunda un traje granate para perseguir a los mismos delincuentes que horas antes se fueron de rositas, para volverlos a juzgar, esta vez a su estilo, a puñetazos. Si viviera en España no tendría horas para repartir tortas...
Los mismos puñetazos con los que su padre se ganaba la vida, malamente, pero se la ganaba, boxeando. Jack "batallador" Murdock, un boxeador de segunda fila que arrastra su cuerpo de ring en ring perdiendo más que ganando pero enseñando un día sí y el otro también, que la vida es muy perra y hay que ser fuertes para resistir sus envites. Como bien dice al pequeño Matt, "no es como caigas, es cómo te levantas", al más puro estilo Batman.
No puede gustarme más esta serie.
Bueno...
Sí.
El traje me parece muy mejorable. Es la nota discordante, esa y la manía de cambiar la raza de los protagonistas en las películas de hoy en día. Stan Lee creó personajes en sus comics y, ahora, en la era del cine y de las series de televisión no paran de sorprendernos cambiando a nuestros personajes favoritos. Buenos: en la serie cambia al periodista Ben Urich, de transcendental importancia en el cómic, y en la película mutaron nada menos que al malo: Wilson Fisk, casi nada.
Superados estos dos puntos de la discordia, he de deciros que por lo demás, en general, me fascina la serie.
Y puestos a hablar de Wilson Fisk... disfrutemos.
Me parece la mejor adaptación de un villano del cómic en la pantalla (chica, grande o mediana). Sustenta el personaje un tipo de tamaño descomunal en la vida real, no tanto como el del cómic, pero esto le otorga veracidad. Una veracidad acorde al tono del resto de la serie, en sus personajes, en sus guiones y en sus interpretaciones.
Un Fisk (que no Kingpin todavía) sólido, compacto. Duro de roer. Un tipo que se nos presenta con menos poder del que se supone que irá amasando en sucesivas temporadas, aquí aparece incluso supeditado a mantener la cordialidad con otros capos (rusos, japoneses...). Espero que con el paso de las temporadas vaya volviendo su sitio, pero aún así, me gusta este Fisk.
Incluso comparto su gusto por los gemelos, como leí en el blog de mis amigos de Gemelolandia, quienes, por cierto, tienen gemelos de Daredevil y un llavero con su máscara ;)
Pero detalles frikis al margen, este Fisk es creíble en su ultraviolencia, en su punto débil y en su mente maquiavélica, y un villano creíble es sinónimo (en este caso por lo menos) de una buena serie.
Y villanos...
De villanos está llena esta serie. Igual de creíbles que Fisk y algunos hasta llenos de sorpresas, como el ninja de la foto.
Otro detalle que me pierde en Daredevil es la presencia de ninjas. De casta le viene al galgo.
Me gusta el traje negro que luce antes de embutirse en su "uniforme". Es una referencia a El hombre sin miedo (sobrenombre que lo acompañará para siempre) de Frank Miller ilustrado por John Romita Jr. a principios de los 90's.
Ninjas y buenas peleas, porque en Daredevil no han escatimado a la hora de dotar de realismo a sus peleas. Me encantan. Tiene el punto justo de violencia para justificar la presencia de un superhéroe callejero. El punto justo... y un hervor más, porque quedamos bien servidos con huesos rotos y descalabrados.
Me parece curioso el planteamiento del sensei Stick. Veremos cómo lo desarrollan más adelante, cuando aparezcan (porque los he echado en falta) Bullseye, The Punisher y Elektra.
También me ha gustado cómo han planteado el peso del cristianismo de Matt Murdock en Daredevil. Cristianismo y, sobre todo, su catolicismo. Es un rasgo crucial en este personaje, para entenderlo, de paisano y como héroe, sin la cruz de fondo no tendría ningún sentido ninguno de los dos.
Igualmente celebro la figura del cura, el Padre Lantom, un clásico en el Universo Marvel perfectamente encarnado en esta serie. Él dota de equilibrio espiritual y emocional a Matt Murdock. No siempre le hará caso, pero tiene un contrapunto muy interesante en la figura del cura mediante sus confesiones. "No vengo a pedir penitencia por lo que hecho si no perdón por lo que voy a hacer" (más o menos) que dice Matt antes de lanzarse a ser un justiciero.
En la serie dice una frase que deja un regustillo raro al espectador: "Esto es importante, escucha, necesito que sepas por qué te hago daño. No lo hago solopor el chico, lo hago porque disfruto", casi nada...
Foggy es el más flojito dentro del salto del cómic a la tele. Creo que le han querido convertir en el alivio cómico (sin serlo del todo) que compense la tensión y la violencia psicológica y física que hay en la primera temporada. No me disgusta, porque el resultado es bueno, pero pierde parte de su personalidad.
Sin embargo, quien se sale es Karen Page.
Se come la pantalla y me gusta el planteamiento que nos ofrecen para meterla en la pandilla y hacerla formar parte de Nelson & Murdock. A diferencia de Vanessa, que me parece la más flojita de todos los personajes (en la tele) a pesar de que dice más y mejor cuando calla que cuando habla.
Un detalle que no termino de entender, ni de encajar, es la caída de Fisk al final de la temporada. Espero que se aclare en las próximas entregas porque me tiene desconcertado.
¡Y ojo, que vuelve a parecer un cameo de Stan Lee! ¿Lo habéis visto?
Agradezco a Netflix que hayan hecho esta apuesta tan valiente por un personaje profundo, lleno de aristas, con muchas caras y dotado de una personalidad y una espiritualidad que compensan sus arranque de violencia desmedida y su afán de hacer justicia a toda costa. Han sabido enamorarme de una pedazo de serie que os recomiendo ver aunque no seáis fieles a Daredevil y no hayáis leído nada suyo con anterioridad.
Me quedo releyendo esta entrada, mirando a mi mi muñeco de Daredevil mientras me recreo en el recuerdo de tantas vivencias como he vivido acompañado por El hombre sin miedo desde finales de los 80's, más principios de los 90's.
Me parece la mejor adaptación de un villano del cómic en la pantalla (chica, grande o mediana). Sustenta el personaje un tipo de tamaño descomunal en la vida real, no tanto como el del cómic, pero esto le otorga veracidad. Una veracidad acorde al tono del resto de la serie, en sus personajes, en sus guiones y en sus interpretaciones.
Un Fisk (que no Kingpin todavía) sólido, compacto. Duro de roer. Un tipo que se nos presenta con menos poder del que se supone que irá amasando en sucesivas temporadas, aquí aparece incluso supeditado a mantener la cordialidad con otros capos (rusos, japoneses...). Espero que con el paso de las temporadas vaya volviendo su sitio, pero aún así, me gusta este Fisk.
Incluso comparto su gusto por los gemelos, como leí en el blog de mis amigos de Gemelolandia, quienes, por cierto, tienen gemelos de Daredevil y un llavero con su máscara ;)
Pero detalles frikis al margen, este Fisk es creíble en su ultraviolencia, en su punto débil y en su mente maquiavélica, y un villano creíble es sinónimo (en este caso por lo menos) de una buena serie.
Y villanos...
De villanos está llena esta serie. Igual de creíbles que Fisk y algunos hasta llenos de sorpresas, como el ninja de la foto.
Otro detalle que me pierde en Daredevil es la presencia de ninjas. De casta le viene al galgo.
Me gusta el traje negro que luce antes de embutirse en su "uniforme". Es una referencia a El hombre sin miedo (sobrenombre que lo acompañará para siempre) de Frank Miller ilustrado por John Romita Jr. a principios de los 90's.
Ninjas y buenas peleas, porque en Daredevil no han escatimado a la hora de dotar de realismo a sus peleas. Me encantan. Tiene el punto justo de violencia para justificar la presencia de un superhéroe callejero. El punto justo... y un hervor más, porque quedamos bien servidos con huesos rotos y descalabrados.
Me parece curioso el planteamiento del sensei Stick. Veremos cómo lo desarrollan más adelante, cuando aparezcan (porque los he echado en falta) Bullseye, The Punisher y Elektra.
También me ha gustado cómo han planteado el peso del cristianismo de Matt Murdock en Daredevil. Cristianismo y, sobre todo, su catolicismo. Es un rasgo crucial en este personaje, para entenderlo, de paisano y como héroe, sin la cruz de fondo no tendría ningún sentido ninguno de los dos.
Igualmente celebro la figura del cura, el Padre Lantom, un clásico en el Universo Marvel perfectamente encarnado en esta serie. Él dota de equilibrio espiritual y emocional a Matt Murdock. No siempre le hará caso, pero tiene un contrapunto muy interesante en la figura del cura mediante sus confesiones. "No vengo a pedir penitencia por lo que hecho si no perdón por lo que voy a hacer" (más o menos) que dice Matt antes de lanzarse a ser un justiciero.
En la serie dice una frase que deja un regustillo raro al espectador: "Esto es importante, escucha, necesito que sepas por qué te hago daño. No lo hago solopor el chico, lo hago porque disfruto", casi nada...
Foggy es el más flojito dentro del salto del cómic a la tele. Creo que le han querido convertir en el alivio cómico (sin serlo del todo) que compense la tensión y la violencia psicológica y física que hay en la primera temporada. No me disgusta, porque el resultado es bueno, pero pierde parte de su personalidad.
Sin embargo, quien se sale es Karen Page.
Se come la pantalla y me gusta el planteamiento que nos ofrecen para meterla en la pandilla y hacerla formar parte de Nelson & Murdock. A diferencia de Vanessa, que me parece la más flojita de todos los personajes (en la tele) a pesar de que dice más y mejor cuando calla que cuando habla.
Un detalle que no termino de entender, ni de encajar, es la caída de Fisk al final de la temporada. Espero que se aclare en las próximas entregas porque me tiene desconcertado.
¡Y ojo, que vuelve a parecer un cameo de Stan Lee! ¿Lo habéis visto?
Agradezco a Netflix que hayan hecho esta apuesta tan valiente por un personaje profundo, lleno de aristas, con muchas caras y dotado de una personalidad y una espiritualidad que compensan sus arranque de violencia desmedida y su afán de hacer justicia a toda costa. Han sabido enamorarme de una pedazo de serie que os recomiendo ver aunque no seáis fieles a Daredevil y no hayáis leído nada suyo con anterioridad.
Me quedo releyendo esta entrada, mirando a mi mi muñeco de Daredevil mientras me recreo en el recuerdo de tantas vivencias como he vivido acompañado por El hombre sin miedo desde finales de los 80's, más principios de los 90's.
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