Fernando Simón explicando el COVID a Calleja es la viva imagen de la Muerte jugando con la vida de Antonius Block, en El séptimo sello y la peste |
No he podido evitar acordarme de esta imagen y de ésta película al ver que Calleja, el aventurero, ha hecho un programa con Fernando Simón.
Un aventurero mirando a la Muerte a los ojos.
Esto demuestra, una vez más, que la realidad es más impredicible que la fantasía. En la peli vemos a un caballero cruzado que rehúye a la Muerte al regresar a una Europa asolada por la Peste. Para peste el COVID, y para Muerte los emisarios que trafican con ella y la disimulan para apaciguar y domeñar a la opinión pública.
En tiempos de COVID, la peste que asola al mundo entero, la maquinaria de propaganda socialista se permite sacar de paseo al responsable de la ineficacia contra el virus.
Menudo papelón.
El mismo que dijo que el Coronavirus no tendría efectos más allá que una gripe fuerte.
El mismo que no planificó la compra de respiradores, guantes, mascarillas ni hidrogel. Fundamentalmente, según dijo, porque era peor usar las mascarillas y los guantes que no usarlos. Todo para esconder que no habían hecho los deberes.
Hablamos del mismo que dijo que alentó, o habría alentado, a sus hijos a ir a la manifestación del 8M sin temor alguno al Coronavirus. Una manifestación que disparó los contagios en Madrid y se los llevó a toda España en autobuses contratados por sus organizadores.
Al contrario que mucha gente, que ha protestado en las redes sociales sobre el programa con Calleja, a mi no me importa, ni me molesta, lo que haga Fernando Simón en su tiempo libre. A mi me duele lo que hace cuando está trabajando. Porque, quizás no al principio, pero superado por su ineptitud tuvo que elegir entre dimitir o sumarse a esa maquinaria de propaganda envileciéndose y envileciendo su mensaje.
Lo que nos decía y nos dice sobre la COVID-19 era falso, o carente de rigor científico al principio, pero una vez que se subió al tren ideológico, se truncó en manipulación y ahí terminó de perder su credibilidad.
El Coronavirus es un mal que no hace distinciones. Pero quienes tienen que ayudarnos a mitigarlo y a combatirlo han despilfarrado el dinero de los contribuyentes comprando partidas de mascarillas en mal estado, a destiempo, cuando ya nos tenían encerrados y prisioneros en nuestros domicilios. Medida exagerada y vil con un fin político: debilitar la economía en España para imponer el comunismo.
Ahora vuelven a la carga arremetiendo contra Madrid. Todo vale con tal de triturar a la oposición. Hasta asaltar el Consejo Superior del Poder Judicial para someter la Justicia a la voluntad de su ideología totalitarista. No quieren Justicia: buscan ajusticiar.
Antes mencioné que España no ha tenido criterio científico para paliar los efectos del Coronavirus. Lo triste es que también ahí nos mintieron y nos mienten. Todas las medidas que han asfixiado a nuestra economía las ejecutaba el Gobierno por indicación de Fernando Simón, a modo de portavoz de un equipo de cinetíficos. Equipo que nuna existió y en virtud del cual sometieron y asfixiaron a Madrid en la primera oleada de la COVID y vuelven a hacerlo.
Fernando Simón es el lacayo de Pedro Sánchez y el látigo de Pablo Iglesias y nos lo quieren vender como un experto epidemiólogo que bebe los vientos por cuidar la salud de todos los españoles. La de los vivos y antes la de los muertos escondidos para ocultar al mundo entero la dimensión de la ineptitud de un Gobierno incapaz de gobernar. Entendiendo "gobernar" por buscar soluciones y remedios por el bien de la población. Porque medidas toman, todas las que pueden, a contrarreloj, aprovechando la indefensión de una Nación en arresto domiciliario.
Y todo alimentado con el odio y alimentando el odio entre los ciudadanos. Enfrentan a la Sociedad, enarbolan banderas sociales para generar odio y violencia, por ahora verbal, hacia todo aquel que no se manifieste a su favor.
Toda la lentitud, o ausencia de gestión, ya no digo por voluntad, pero sí por ineptitud la compensan arremetiendo contra todas las Instituciones libres. Sometiéndolas y asfixiándolas pervirtiendo y erradicando los últimos vestigios de una Democracia que se nos escapa entre los dedos con la mentira por bandera y escudados en su Justicia.
La triste pena es que cuando hablan de hacer Justicia quieren decir, en realidad, Ajusticiar.
Muy bueno 👌
ResponderEliminarMuchas gracias Fran, ha salido solo.
Eliminar