Tengo que dar las gracias al Canal Historia y a AMC Networks Internacional Iberia por las invitaciones que me hicieron llegar para la exposición Auschwitz, en el Centro de Exposiciones de Arte Canal Madrid
El pasado domingo me di un paseo por la vergüenza humana. Por nuestra miseria y por la indignidad. Fui a ver esta exposición que, de paso, me atrevo a recomendaros ir a ver a todos.
Aunque os va a doler lo que veréis.
Pero merece la pena.
Merece la pena porque no sabemos cuán cerca en el tiempo y en el espacio tenemos el horror. Como bien reza el lema de la Exposición Auschwitz "No hace mucho. No muy lejos".
En este caso el ser humano vejó, humilló, torturó y asesinó a su prójimo en Polonia. En Auschwitz, pero no fue el único:
Auschwitz - Birkenau: Polonia
Chelmno: Polonia - 1er campo de exterminio
Belzec: Polonia - 2º campo de exterminio - 1º dentro de la Operación Reinhard
Majdanek: Polonia - Primero fue un campo de exterminio nazi y después comunista
Sobibor: Polonia - Operación Reinhard - Se reconvirtió en campo de concentración por orden de Himmler en 1942
Maly Trostenets: Bielorrusia
Treblinka: Polonia - Operación Reinherd de La Solución final.
Jasenovac: Croacia
Campos de exterminio. No campos de concentración.
¿Por qué distingo entre unos y otros?
Campos de concentración
Os lo explicaré. Un campo de concentración era Dachau, por ejemplo. Campos de trabajos forzados en los que los presos caían sin remedio. Por extenuación. Por falta de higiene, de descanso y de alimento. Eran esclavos y cuando moría uno llegaban dos para ocupar su hueco. Es decir: los campos de concentración estaban destinados a trabajos forzados. El nivel de mortandad era elevado pero "asumible" (desde el punto de vista nazi) para poder mantener la industria operativa.
La lógica nos dice que el porcentaje de posibilidades para sobrevivir a un campo de concentración eran pocas, pero muchos sobrevivieron.
En la exposición vemos cómo este campo de exterminio, el de Auschwitz, fue liberado por el Ejército Rojo. Lo que echo en falta (salvo que se me haya escapado) es alguna referencia o mención a qué pasó con algunos de los campos de concentración nazis. Fueron asimilados por los comunistas para el mismo servicio que los usaban los nazis: como capos de concentración comunistas. El NKVD, germen del KGB se apoderó de ellos y los usó para torturar, explotar y asesinar a alemanes, polacos, rusos, ucranianos que no fueran comunistas. También se cebaron (y lo siguen haciendo en países como Cuba) con los homosexuales. Os recomiendo encarecidamente la lectura de Sinfonía en Rojo Mayor. Solo a modo de apunte, deciros que el NKVD, una suerte de policía secreta comunista, se apostaba con ametralladoras detrás de sus líneas cuando iba a haber una ofensiva. Su labor no era proteger a sus compatriotas, si no fusilar a todo el que titubeara o retrocediera. Así avanzaron los comunistas sobre Berlín.
Lo digo porque quiero aclarar que leemos y escuchamos muchas veces que los comunistas liberaron a los prisioneros. Cosa que es cierta en unos casos. En casi todos. Pero no es menos cierto que esos mismos campos volvieron a reabrirse y a llenarse de prisioneros que serían eliminados de la faz de la tierra por los comunistas mientras Inglaterra, Francia y Estados Unidos miraban para otro lado.
Campos de exterminio
El campo de exterminio no era un espacio destinado al trabajo duro.
El campo de exterminio se construía con un único objetivo: eliminar a todo el que entrara por la puerta. No era mano de obra, no eran prisioneros: eran reses en el matadero. Lo que les separaba de la muerte era el tiempo que faltaba hasta que les tocara su turno. Y el turno corría deprisa.
El contraste entre la realidad del prisionero/condenado y de los empleados/funcionarios alemanes no podía ser más salvaje. El halo de alegría, diversión y desenfado con que compaginaban el día a día de mercadear con carne humana no tiene palabras para ser descrito.
Los campos de exterminio de Treblinka, Sobibor y Belzec se levantaron dentro de la Operación Reinhard (quien protagoniza El hombre del corazón de hierro) para eliminar a los judíos polacos. Como paso previo al Holocausto. En estos campos de concentración se mataba a los judíos (fundamentalmente judíos) con los gases derivados de la combustión del diesel de camiones. EN menor medida se utilizó el gas Zyklon B, destinado fundamentalmente para Auschwitz. Auschwitz-Birkenau fue el resultado de muchos años de gestión del horror y está constituido por la suma de diferentes campos de concentración y de exterminio.
Los campos de exterminio no son patrimonio nazi. Antes de ellos ya los había, llamados Gulag comunistas, en Siberia. Allí terminaron todos los monárquicos, rusos blancos, cristianos, judíos y homosexuales que no abrazaron el comunismo. El mismo destino correrían todos los que se opusieron al comunismo en Asia. El mejor exponente para entenderlo es la película Los gritos del silencio en la Camboya comunista.
La República Española también tuvo sus "mini campos de exterminio", pero a diferencia de éstas, eran urbanas y se llamaban "checas". En Madrid hubo 345 checas
Los nazis hicieron esta limpieza étnica movidos por muchos intereses.
Intereses políticos, económicos, raciales y sociales.
No me sirve como excusa que el Tratado de Versalles humillara a Alemania al término de la I Guerra Mundial. Que lo hizo, pero eso no justifica la sed de sangre que demostraron años más tarde.
Cierto es que perdieron territorios a favor de otras naciones. Pero tampoco se puede justificar su ansia de espacio salvo para explicar que la Alemania del III Reich necesitaba esos territorios como granero para Alemania. Por eso colonizaban los territorios anexionados con agricultores y ganaderos teutones. También necesitaban materias primas y minerales para armamentos y combustibles para dar soporte al inmenso ejército alemán. Necesitaban colonias de las que carecían y enriquecían a sus rivales.
Pero nada de esto justifica lo que hicieron para conseguirlo. Porque por encima de todo querían echar a los judíos de Alemania y de Europa, llegando incluso a plantearse enviarlos a Madagascar. Finalmente terminaron en el actual Israel y no se han librado de persecuciones hasta la fecha. El comentario más reciente al respecto lo hice en 7 días en Entebbe, en el fancine. Película nueva que me ha sorprendido y habla de cómo terroristas comunistas y palestinos se unieron para chantajear a Israel y amenazaron con asesinar a judíos. Los judíos descendientes de los que pudieron sobrevivir al nazismo. Los comunistas hijos de la Stasi, (La vida de los otros), la versión alemana del este (comunista) del KGB ruso, antes NKVD.
La cuestión racial
Si los alemanes, como arios, eran rubios, altos, de ojos claros y hermosos de nacimiento, lo concebían como un don propio del pueblo elegido. Eran especiales y su distinción radicaba en su sangre, en su RH (lo mismo que defienden los vascos).
No había mejor modo para odiar al extraño, al extranjero y por definición al "bárbaro" que ilustrar al ruso con mongoles. Cierto es que en el ejército rojo hubo miles de mongoles, y rusos, bielorrusos, ucranianos... de todo. Cierto es que el ejército rojo perpretó el mayor número de violaciones en bloque que haya conocido la humanidad, reconocidas tras la caída del Muro de Berlín. Estas eran las armas que usaba la propaganda aria y nazi para insuflar miedo al huno y reforzar su concepto de superioridad física y moral.
Se seleccionó al judío como enemigo no de fuera, si no de dentro. Llegaron a hacer cuadros como el de arriba que establecía el tipo de matrimonios autorizados y prohibidos en función de la pureza de sangre.
Esta foto es de una cartilla de racionamiento judía.
La vida en el campo de exterminio
Alienaban al judío.
Lo señalaban con el dedo imponiéndoles distinciones para que se los reconociera en la vía pública. Tenían que vestir con una Estrella de David bien visible. Ya en el campo de concentración y/o de exgterminio les imponían un uniforme (común para todos los presos) pero con distintivos particulares y jerarquizados.
Eran alemanes. Nadie puede negarles que sabían organizarse.
Hasta tal punto que comprendieron que les vendría bien contar con la ayuda de otros judíos para controlar a los prisioneros. Judíos que ejercerían de policía para los alemanes en los campos. Para no tener que mancharse las manos con minucias.
Generalmente eran los más miserables. Y por miserables entended que los hay en todos los colectivos. En una familia hay miserables, en el trabajo nos cruzamos con miserables, algún amigo, con el tiempo, se delata como miserable. Nuestros dirigentes, muchos de ellos, son miserables. Gente mezquina y egoísta que no piensa en los demás porque carece de empatía. Gente que pone precio a sus principios. En el caso de los judíos, en los campos de concentración, tenían derechos a mejores y mayores raciones, a alguna medicina, a no hacer según que trabajos, eran como los representantes sindicales que se aprovechan de explotar a los demás dando palos para no tener que trabajar.
Merece la pena destacar esta foto de un ajedrez.
Hecho a mano por un recluso. Porque hasta en Auschwitz tenían tiempo para volverse locos pensando en lo que les esperaba. Y algunos, los más diestros. Los más inteligentes. Los más sensibles supieron evadirse mental y moralmente de la miseria en la que los habían sumido. Para ejemplo Primo Levi.
Vivían en barracones.
Afinados en literas como estas. Los más privilegiados. Hubo momentos en los que tenían que apiñarse en el suelo y dormir los unos sobre los otros.
Pulgas, piojos... Heridas sin cicatrizar, mal curadas, infecciones, contagios... Todo estaba diseñado para matar o dejar que murieran.
Da pena ver las fotos de la exposición, y los vídeos que hay intercalados en ella. Ver cómo llegaba la gente como ganado, en vagones para el ganado. Ver cómo los separaban. Los hombres a un lado, las mujeres y los niños a otros. Cómo era cuestión de segundos, según el criterio del responsable de turno, si morirías ya o morirías en unos días. Apto, no apto...
Familias enteras aniquiladas.
Arrancadas de sus hogares. Pérdida de todos sus bienes materiales. Pérdida de sus seres queridos. Pérdida de su propia identidad marcándolos como reses.
Nazis en Italia y en España
Judíos y demás "enemigos de Alemania" llevados desde sus pueblecitos o ciudades, hasta el campo de concentración o de exterminio. El caso de Italia es diferente. Mussolini y el fascismo, lejos de lo que piensa la gente que habla sin haber leído, no eran racistas. Fascista no significaba serlo. Es más, en mi trabajo sobre la Intervención italiana en la Guerra Civil Española lo explico. No fue hasta la invasión, primero de Sicilia y después de Italia, con Patton al frente, que los alemanes vieran lo poco implicados que estaban los italianos y lo mal que luchaban. Entonces tomó las riendas del ejército y del propio gobierno el mismo Hitler. A partir de entonces sí se amoldó, por la fuerza y la ocupación, Italia al nazismo. Entonces sí hubo envíos de judíos, como vemos en La vida es bella.
Puestos a comentar, de pasada, el paso nazi por ambas penínsulas, habiendo mencionado ya cómo y cuándo entraron en Italia, en España aportaron su granito de arena para vencer al bolchevismo con la Legión Cóndor. La misma que protagonizo uno de los episodios más tristes de la guerra civiel española bombardeando Guernica (ver comentario de la peli Gernika en el fancine).
Dicho esto, comentar que no salieron judíos españoles hacia ningún campo de concentración ni de exterminio nazis. Alguno murió, pero por dos motivos u orígenes. Hubo judíos sefardíes, de origen español pero que vivían desde muchas generaciones atrás en otros países, tras ser expulsados de España. Y hubo algún judío español entre republicanos huídos de la guerra civil, que no quisieron combatir o se rindieron sin luchar y huyeron a Francia, por ejemplo. Entonces sí, alguno acabó en un campo. Pero nunca enviados desde España.
Ángel Sanz-Briz - "El Schindler español"
Este diplomático español se las ingenió para otogar pasaporte español a los judíos de origen sefardí que había en Hungría
Después de negociar y renegociar con las autoridades locales, consiguió autorización para emitir pasaporte español para 200 judíos sefardíes húngaros. Él se hizo el loco y otorgó dicho pasaporte a España y su Libertad a los miembros de 200 familias de judíos.
Pero no se quedó ahí su empresa.
Como podréis ver en la explicación de su foto en la exposición, Ángel Sanz-Briz dispuso pisos por Budapest, con bandera y placas españolas, como territorio y propiedad española. Aprovechaba así las buenas relaciones entre España y Alemania para blindar dichos recintos bajo la bandera española y evitar que "sus judíos" corrieran peligro alguno. También convenció a la Cruz Roja húngara de que pusieran la bandera española en sus hospitales para poder acoger a judíos sin tener que dar explicaciones a nadie.
Propaganda nazi
No se podría concebir el movimiento nazi sin su fantástica propaganda. Vía Radio, Prensa y Cine.
Si la estética nazi se la debemos a Hugo Boss, la propaganda se la debemos a Goebbles y el cine nazi a Leni Riefenstahl. Las dos segundas se entenderían menos sin la primera. Quizás la aportación de Hugo Boss fuera silenciosa, por la vía de los hechos, pero esa estética, ese diseño perfecto, esa elegancia y esa marcialidad fueron los ingredientes perfectos para poderlos reflejar en el cine y en la propaganda.
Goebbles fue, quizás, el padre de la propaganda moderna. Los partidos actuales, con aspiraciones populistas y autoritarias han hecho suya la máxima de "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad" y se refieren a ella como "post verdad". La izquierda siempre ha sabido usar la comunicación, fueran comunistas o socialistas, o como en este caso, nacional-socialistas. ¿Digo que los nazis eran de izquierdas? Digo que eran socialistas. Y si un socialista no es de izquierdas que venga Zapatero y lo diga.
Con todo esto, retomo el inicio del post y os recomiendo encarecidamente que vayáis a ver esta exposición para ver lo que significa bajar la guardia ante el populismo. No tener en cuenta la flaqueza de la Justicia y la Comunicación cuando caen en manos de partidos autoritarios. Se llamen nazis o comunistas: su objetivo es el mismo, matar al enemigo. Necesitamos tener esto muy en cuenta para frenar los auges políticos y religiosos que están cubriendo, otra vez, el suelo europeo con sangre.
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