Brasil 1-7 Alemania (de cariocas a cariacontecidos)

Nadie podía esperar la debacle que ha protagonizado Brasil esta noche.

Brasil 1-7 Alemania - Debacle brasileña en su Mundial: Brasil 2014 - el troblogdita

No es que haya perdido encajando siete goles frente a una Alemania que juega a lo que España ha jugado estos últimos seis años, convirtiéndose en firme candidata para ganar el Mundial. Es la debacle que se ha producido al encajar el primer gol y recibir otros cuatro seguidos sin margen de reacción, sin capacidad de respuesta y sin esperanza en la remontada.

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Si hablamos de Brasil y fútbol evocamos imágenes de buen fútbol y de alegría en la grada, si bien sólo esta segunda parte se ha conservado parcialmente desde el Brasil de 1994. Nadie en su sano juicio podría haber imaginado ver a los brasileños con los ojos rojos de tanto llorar, por la eliminación de su Selección (cosa normal en un Mundial), si no por la humillación a la que ha sido sometida.

Desde entonces hemos sido testigos de una evolución curiosa que ha trasladado el clásico gran fútbol carioca a Europa (España y Alemania) y empobrecido el fútbol brasileño hasta cotas que a partir de hoy será imposible superar (perder por seis goles de diferencia en el Mundial que los propios brasileños organizan es mucho castigo, pero sirva esta experiencia para aprender de sus errores y volver al buen camino del que ahora conocemos como "tiki-taka").

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Un fútbol, el alemán, que espero nadie pierda de perspectiva que no lo han desarrollado en este Mundial, que lo llevan practicando desde hace por lo menos siete años y si no han logrado título alguno en estos años de sequía ha sido porque ha habido otra Selección capaz, por primera vez en la Historia del Fútbol de mantener su hegemonía durante seis años consecutivos: la española.

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Hoy hemos visto (ya casi mejor decir: ayer vimos) dos estilos de fútbol: uno alegre, que ocupaba todo el campo, que combinaba al primer toque con pases certeros y cortos, salpicado con balones largos y muy precisos frente a otro "amarrategui", encastrado en su propio área, de patadón arriba en busca del ausente (por lesionado) Neymar y sin lucidez alguna. Un fútbol del engaño, picardía y tratando cosechar faltas y tarjetas para suplir la falta de talento.

Mañana veremos otros dos estilos diferentes: el argentino áspero que basa su supervivencia en la inspiración (algunos apostillarían "divina") del líder que acapara todo el fútbol de un equipo rendido a su figura: idolatrado en un  F.C. Barcelona que ha criado su mejor camada de futbolistas (de toda su Historia, para bien del Barça y la gloria de España) haciéndoles jugar (estos sí, con un inmenso talento y mejor carácter) para él. Pero Argentina no es el Barça ni los futbolistas de la albiceleste son Xavi ni Iniesta, frente a una Holanda que juega a ráfagas (y muy buenas ráfagas hasta el momento), centrado en la velocidad, las bandas y un fútbol agresivo (en el que algunos jugadores no distinguen el balón de la cabeza de un oponente): en cualquier caso loable por sacar el mayor rendimiento a una plantilla justita.

Una Holanda que es cierto, viene de ser Subcampeona del Mundo, vencida en la final tan solo por la misma que derrotó a Alemania en la Eurocopa 2008: España. Aunque bien "nos sobara el morro" en este mismo Mundial

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Solo queda aguardar para saber quién será la rival de Alemania en la final de este Mundial, que por el bien del fútbol espero sea Holanda, para seguir premiando el esfuerzo colectivo y el fútbol atractivo.