El pasado mes de enero acudí a una cita que esperaba y anhelaba desde hacía mucho tiempo: cenar en Yakitoro con mi amigo Miguel Ángel
Tan es así que no es que fuéramos a cenar, es que Miguel Ángel me invitó a cenar y me regaló una de las mejores experiencias gastronómicas que mi paladar haya saboreado en mucho tiempo.
El motivo de la invitación era celebrar el gran posicionamiento SEO de los dos artículos que dediqué Kickers Star Wars: Colección de zapatillas Kickers Star Wars y su derivada Colección infantil Kickers Star Wars. ¿Posicionamiento SEO? Lograr que un artículo, un producto, una imagen o una página Web tenga visibilidad en Google y aparezca entre los primeros resultados cuando alguien haga búsquedas relacionadas en el buscador. Ese es mi trabajo ;)
Vamos teniendo los ingredientes para este artículo:
Yakitoro + Kickers Star Wars + Miguel Ángel + SEO + Google...
Hubo varios motivos para seleccionar Yakitoro:
- La pasión por la gastronomía japonesa que compartimos Miguel Ángel y yo
- La pasión por Star Wars que sabíamos que Chicote compartía con nosotros
Ni cortos ni perezosos decidimos que Yakitoro sería nuestro destino y, para más INRI, decidimos agasajar a Alberto Chicote con un detalle que creíamos que podría gustarle y que creemos habrá sido de su agrado: le haríamos entrega de unas zapatillas de la colección Star Wars de Kickers, para ser concretos el modelo Darth Vader de la colección.
Allí fuimos Miguel Ángel y yo con nuestro regalo debajo del brazo (en concreto yo llegué un ratito antes (como voy en moto) y tuve la suerte de coincidir en persona con Alberto Chicote).
Allí fuimos predispuestos para dejarnos sorprender...
Y Alberto Chicote nos sorprendió.
Vaya que si lo hizo.
De entrada el restaurante rezumaba buen gusto y diseño por los cuatro costados y buen rollo entre todos los miembros del equipo. Repleto de gente hasta la bandera y con unos camareros originalmente uniformados desfilando entre mesas con arte y simpatía.
La llegada es impactante, la distribución de las mesas es muy curiosa, el contraste entre un restaurante en el corazón de Madrid que necesita reserva con semanas de anticipación rodeado de restaurantes (a la sazón japoneses y/u orientales en su mayoría) cerrados o por cerrar por falta de clientela es un prolegómeno de lo que estábamos por experimentar...
Una fiesta para los sentidos.
Una sorpresa detrás de otra.
Fiesta para los sentidos porque no descansan desde que entras en Yakitoro hasta que sales por la puerta. Los cinco sentidos, al unísono, en guardia, trabajando a todo ritmo para exprimir hasta la última gota del jugo de talento que muestra Chicote con su carta. Una carta que a mi me sorprendió sin parar porque, en mi ignorancia, he de confesaros que yo fui a Yakitoro para comer comida japonesa y, muy al contrario, me deleité comiendo comida española de toda la vida, eso sí, con una pátina japonesa que me volvieron loco.
Tuve que reciclar mi planteamiento inicial al ir descubriendo, primero mediante el olfato, al entrar en el restaurante, después con la vista, cuando circulaban las viandas con arte y esmero entre mesas, después con el tacto, conforme iba catando plato tras plato, el gusto ni lo menciono...¡éxtasis! Y el oído... silente sentido sorprendido cuando nos recitaban los platos de la carta y nos los explicaban.
Y para colmo colmé (qué verbo el mío) uno de mis grandes deseos: probar el tuétano. Un tuétano que me entró por los ojos en la carta, resultón en el plato y, por favor, qué delicia, qué sabor, qué textura, cuánto lo disfruté cuando lo extendí por la rebanada de pan tostado y lo saboreé.
Tanto me gustó que dejé buena constancia en Instagram.
De este y de todas las viandas que probamos ;)
Qué deciros...
Qué deciros que haga justicia al buen rato que compartí con Miguel Ángel en Yakitoro
Yakitoro es todo detalles.
El detalle de cómo viste el servicio, el detalle de la disposición de las mesas y la isla de cocina para brasas en el centro, el detalle del ventanal que te hace sentir a bordo del Halcón milenario en medio de Madrid, detalles...
Y para detalles dejarme comentar dos. Muy tontos, muy sencillos, pero dos detallazos que marcan la diferencia al percatarse y reparar en semejantes nimiedades que no mejoran su oferta gastronómica pero redondean la experiencia: cada mesa tiene un baúl en el que guardar todas las pertenencias que, por lo común deberían circular por la mesa o pender de un abrigo. Un detalle pequeño que favorece la comodidad. Además, cada mesa tiene un enfriador para la bebida, con agua y con hielo, para no tener que lamentar el calentamiento de un vino o de una cerveza.
Todo detalles. Como el de Miguel Ángel quien, como anticipaba al principio del artículo, acudió a Yakitoro portando las zapatillas de Darth Vader, de la colección Kickers Star Wars* para el gran Chicote que tan buena y variada noche nos brindó.
*Para que sepáis de qué zapatillas hablo, os dejo una muestra del mismo modelo de zapatillas lucidas (de nuevo por obra y gracia de Miguel Ángel) en este caso, por Juan Solo actuando con su tropa de amigos y humoristas, los Comikazes.
Juan Solo - Beer Station - Comikazes Kickers Star Wars - Darth Vader - Star Wars - Miguel Ángel ÁlvaroGP - el gastrónomo - el fancine - el troblogdita - SEO - SEO & Social Media |
Yakitoro by Chicote
C/ Reina 41
28001 - Madrid
917371441
info@yakitoro.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario