Algunos conoceréis ya mi pasión por los laberintos.
Otros la descubriréis hoy.
Aunque, como bien titulo este artículo, esa inclinación debería abarcar...
Mi pasión por los laberintos... las Letras Puras y el SEO
Tanto me apasionan que he llegado a planificar mis vacaciones elaborando rutas para visitarlos, de Norte a Sur, de Este a Oeste. Desde Egipto hasta Escocia, en Galicia... por todas partes y para todos los gustos. De hecho, siempre he compaginado este gusto con el que profeso a la paleoantropoligía, porque si me pusiera a hablaros de cuevas... Solo lamentaré no haber podido visitar aún Altamira. Tiempo al tiempo.
En este artículo os presento un libro imprescindible para quienes sintáis curiosidad por los laberintos. Escrito por Paolo Santarcangeli y con prólogo de Umberto Eco, editado por Siruela: de primera calidad en cuanto al continente y al contenido. Si te gusta el tema no dudes en adquirirlo porque no te defraudará.
Rescato, de paso, el artículo que escribí en 1999 para la revista Labryx. Sí "Labryx". Creada por un grupo de estudiantes de filología. Esta vez por encargo para todos los departamentos de Filologías Modernas de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid. Y digo "por encargo" porque yo venía de otra revista, Through the looking glass, de consumo interno para alumnos de filología inglesa, en inglés.
En Through the looking glass yo hacía las portadas y escribía cuentos. En Labryx , un artículo propio y las tiras cómicas y en ambos escribía el editorial. ¡Cobrábamos 100 pesetas! Y con lo recaudado imprimíamos los ejemplares de las siguientes tiradas. He de confesar que el hobby de publicar estas revistas me salió caro, pero las entendí como inversión a largo plazo y me sirvieron para disfrutar.
Dicho esto y, hechas as prestaciones "laberínticas"...
¿Qué es un laberinto?
Os lo intentaré explicar a partir de un artículo que publiqué en el nº0 de Labryx. Lo actualizaré para, con suerte, despertar el interés por ellos a más de uno.
Escribir, laberintos, libros, revistas, perder dinero editando una publicación de consumo limitado... romanticismo de filólogos. Amantes de las Letras Puras.
Quizás mi dedicación al SEO estaba escrita en el corazón de uno de los laberintos que he visitado
Quizás por eso me dedico en la actualidad a ejercer de Teseo... "Te-SEO", es decir, de SEO, para orientar a mis clientes con hilos argumentativos y ayudarles a estar en los primeros puestos en las búsquedas de Google... un laberinto fascinante. Para mi una herramienta semántica; un camino intrincado entre algoritmos y pureza en la escritura
Quizás no.
Chi lo sa?
Prepárate para leer un artículo apasionante, sin despistarte, no sea que te quedes atrapado.
La palabra "laberinto" viene del nombre del hacha de doble filo "labrys"
Usado y venerado en la antigüedad. Toma un papel destacado en sacrificios y prácticas sagradas cretenses y aparece grabado y/o dibujado en piedras, casas y todo tipo de utensilios. Se retrotrae a cultos de Asia menor.
No olvidemos que todas las armas de doble filo son metáforas de dualidades. Es arma, es símbolo, es tótem y sirvió, entre otras cosas, para el sacrificio del toro, cuya sangre derramada era fuente de vida y pervive, adaptado a nuevos tiempos, en nuestra Fiesta Nacional.
Se conoce su uso desde que los romanos se extendieron por Siria. Aunque su uso ritual era muy anterior: sacrificio, castración... primero en seres humanos, para terminar siendo un uso simbólico a través del toro y su símbolo fálico: los cuernos. Es más, tenemos hachas de doble filo desde el el paelolítico, hechos con sílex (su primer conato, previo y muy anterior fue el propio bifaz: precursor de las herramientas manufacturadas cortantes). Lo encontramos en Egipto, con Seth. En las cuevas prehistóricas de Morbihan, en Escandinavia e incluso en la cueva de Alquemada en Sierra Morena y aparece, también en las tumbas megalíticas de Cotwold, en Inglaterra. Como veréis, abarca una gran extensión, tanto en el tiempo como en el espacio. Extensión atribuida a los intercambios comerciales desde el Mediterráneo al Atlántico, el Cantábrico y hasta el Mar del norte.
Saltamos al Mediterráneo
Estamos en Creta, en el Palacio de Cnosos. Donde el Rey Minos extendió sus dominios de Creta a las Cícladas, previo sometimiento de sus hermanos. Llega a ocupar gran parte del Peloponeso e impulsa la agricultura, la ingeniería, el comercio y las artes. Imponía su paz con sus flotas: tanto pesquera como guerrera. A partir de aquí, leyenda e historia se entrecruzarán para terminar en el laberinto de Creta y alimentar el mito de la presencia del minotauro. Tenemos todos los ingredientes necesarios para una historia fabulosa.
Al margen del desarrollo comercial y del intercambio cultural, el poder de Creta, tras tocar el techo, decreció y menguó hasta quedar olvidada y relegada al baúl de los recuerdos. Como tantas y tantas civilizaciones mediterráneas.
Hasta el siglo XVIII - Romanticismo
El Romanticismo abrió muchas ventanas. Provocó corrientes de aire limpio e historias como la que estamos comentando salieron de los baúles, con los primeros rayos de luz de un sol resplandeciente. Afloraron historias, leyendas, tradiciones y mitologías olvidadas. Renació el interés nacional y local por el patrimonio y el acerbo cultural de los pueblos para plasmarlo en las artes.
El laberinto de Cnosos les cautivó. Y les sorprendió verlo desde Egipto hasta Jutlandia. Esto sería el detonante de nuevas investigaciones tan fascinantes como desesperanzadoras al comprobar que cuanto más se estudian los laberintos, más lejos estaban de comprenderlos. Sin embargo, la marea de conclusiones divergentes se convierte en el mejor abono para mantener vivo el mito, hasta nuestros días.
Si la orientación dentro de un laberinto es tortuosa, definirlo o explicarlo lo es aún más. Recopilando lo que sobre éste topico dicen diferentes diccionarios como Oxford Dictionary, el Dizionario de Niccole Zingarelli o la Encyclopedia Britannica, sólo sé que todos coinciden en que es algo intrincado. Enmarañado, sea a modo de seto vegetal o con muros de ladrillos, en grutas o jardines palaciegos: siempre es algo caótico e inexplicable. Como apuntaba al principio... Internet mismo es un laberinto.
El laberinto se traza siguiendo un esquema que responde a dos requisitos: ser intencionalmente complejo y tener un objetivo. Éste último puede ser representar simbólicamente el camino del sol; incluso servir a fines sagrados. Puede que trate de recordar al hombre sus extravíos a lo largo del camino de la vida o bien simbolizar la dificultad para alcanzar la salvación. Quizás sea un simple juego. Se trata de imponer el mayor recorrido posible en un espacio limitado.
El laberinto abarca todo en el mundo civilizado que rodea el Mediterráneo. Aunque también se encuentran reperesentaciones igualmente enigmáticas en conjuntos megalíticos tanto prehistóricas como históricas.
Se conocen innumerables laberintos, de mayor o menor dimensión. Mencionaré solo unos pocos, pero suficientes para abriros el apetito.
Empezaré por el laberinto de Val Camonica. Escribe Emmanuel Anati en La civiltá preistorica della Val Cammonica: "Estas figuras pueden a veces identificarse con figuras de monstruos parecidos a los de la antigua Grecia" equiparando el origen del minotauro al símbolo de la fertilidad en el Megalítico. Eugenio Turi añade: "laberintos hay en el arte rupestre del sur de Escandinavia y constituyen uno de los principales temas del arte megalítico en el Atlántico que se extiende desde España hasta Gran Bretaña e Irlanda". Como el grabado en una pared rocosa de Pontevedra, incluso en Marín en canchos enormes. Obviamente observamos variaciones en las representaciones laberínticas en función de los periodos a los que pertenecen. En Francia, en el monte Bego, en los Alpes marítimos franceses hay restos del año 2000 a.C. Laberintos y representaciones geométricas entrelazadas con motivos de las estatuas-menhir, como una de las primeras manifestaciones del grabado en piedra.
Esto lo encontramos también en el conjunto monumental de Stonehenge
Parece derivar de un prototipo existente en Micenas en los siglos XVI-XIV a.C., en cuya piedra del sacrificio cae el primer rayo de sol en el equinocio de verano. O en Irlanda, en otros círculos de piedras llamados "Hollywood", o en Cornualles, en donde encontramos otro grabado en la piedra de Titangel, que casualmente también es famosa por las canciones de gesta en las que aparece como lugar de nacimiento y morada del mítico Rey Artus. Se ha demostrado que en el año 35 d.C. el sitio estaba habitado y que en el siglo XII se edificó un castillo en el mismo emplazamiento de un antiguo monasterio celta.
El laberinto descrito, escrito y emulado
El viajero italiano Jacopo F. Gemelli-Carreri (Viaggio in torno al mondo, 1699) cuenta que visitó Egipto en 1693 y que entró en un laberinto subterráneo situado en las proximidades de las grandes pirámides.
El inglés Richard Pocoke (Description of te East, 1743) dice: "Vimos en la lejanía el templo del laberinto y hallándome a más o menos una legua, noté varios cúmulos de ruinas cubiertas de arena y muchas piedras, como si hubiese habido allí una gran construcción: El lugar se llama Templo de Karún". Cosa que no fue olvidada por los arqueólogos franceses de la expedición napoleónica a Egipto. Uno de ellos, E.F. Jomard (Description de l'Epypte) creyó haber descubierto las runas del laberinto.
Las alusiones directas o indirectas al laberinto son constantes en la pintura e incluso en la literatura. Lo encontramos en documentos manuscritos en lugares dispares como Inglaterra, en un documento medieval (MAPAMUNDI), conservado en la catedral de Hereford. Otros documentos en Múnich, en poemas y las obras de escritores como Dante en Italia (Divina Comedia, Infierno, XIV, 109); Ovidio en Metamorfosis (VIII - vv.267-305) e incluso el laberíntico Shakespeare (por el debate intrincado en torno a su propia existencia) en el acto III de Mucho ruido y pocas nueces, entre muchos otros. Aunque yo me quedo con El laberinto de amor de Cervantes, cuyo laberinto viene trazado por sus personajes entrelazando, entrecruzando, aflorando y fingiendo pasiones, sentimientos y personalidades... para perder
A partir de ahí surgen laberintos palaciegos, hechos en jardines con fines lúdicos y dan el salto desde Inglaterra a Estados Unidos.
Hay numerosos laberintos que se convierten en centros de peregrinación para deleite de quienes los observan. El más destacado sería el de la catedral de Chartres, en Francia. Responde a un patrón circular hecho con piedras azules y blancas de nueve metros de diámetro y con un desarrollo (recorrido) de 250 metros.
Incluso los nuevos celtas de la "New Age" incorporarán, en su momento, la figura del laberinto de Creta como símbolo de iniciación en cuyo ritual de iniciación se transmite el conocimiento de su trazado correcto (y que yo me sé).
Estos datos y muchos, muchos más de innumerables fuentes dedican cientos, miles de páginas a explicar, o en el mejor de los casos a acercarnos a una posible explicación de algo cuya única explicación, hoy por hoy, es que no la tiene. Y si de verdad os queréis volver locos buscando un significado y/o ejemplos de Laberinto... probad a entrar en Goole para buscar su significado.
Internet es el último laberinto
En Internet estamos todos, sea de un modo activo o pasivo. Nos metemos a través de la pantalla y nos lanzamos a "navegar" sin rumbo. Una cosa lleva a la otra y a la siguiente... Muchas veces conocemos el camino de entrada, pero el de salida es impredecible.